El sábado 28 y domingo 29 de mayo, nos encontramos en el Centro Manresa, en la ciudad de Córdoba, cerca de 50 jóvenes y jesuitas para llevar adelante el Segundo encuentro de representantes de los distintos grupos juveniles que acompañamos en nuestra Provincia.
Empezamos la jornada conociéndonos y compartiendo los apostolados que se realizan en los distintos lugares. La riqueza de lo compartido nos hizo reconocernos en las cosas que teníamos en común: el amor y el servicio a los que más lo necesitan, la preocupación por el acompañamiento de procesos de crecimiento de en la fe de los jóvenes y un profundo interés por la formación de la interioridad. Estos tres aspectos en común se enlazaban entre sí por una espiritualidad común, la espiritualidad ignaciana que invita a los jóvenes a vivir la fe como servicio a Dios, a su Iglesia y al mundo.
Este compartir nos hizo descubrir nuestras diferencias y descubrir la riqueza escondida en la diversidad que cada uno de los lugares generó como respuesta a la pregunta ante Jesús Crucificado ¿que hice por Cristo? ¿Qué hago por Cristo? ¿Qué haré por Cristo?.
En este 2° ENRE (encuentro de representantes) quisimos seguir profundizando el tema de la Redes Juveniles Ignacianas (RJI).
En un segundo momento del encuentro, antes de preguntarnos qué hacer, quisimos dar una mirada a nuestro alrededor para tener una conciencia más clara de “dónde estamos parados”.
Compartimos con los jóvenes algunas “pinceladas” de nuestro proceso de planificación provincial y les recordamos aquellos que habíamos trabajado en el 2010.
En un tercer momento presentamos los distintos modelos de red juvenil que se están llevando adelante en América Latina y nos preguntamos acerca de la conveniencia de esta propuesta y, si la considerábamos oportuna, cómo la volveríamos operativa.
El diálogo fue enriquecedor, compartimos las ventajas que nos podrían aportar una red, subrayando la dimensión vincular y de cooperación que ella puede llegar a generar, pero también compartimos nuestros temores, la amenaza de sumar más trabajo al que tenemos y hasta el peligro de diluir la propia identidad en el entramado de la red.
Concluimos el encuentro, tomando conciencia de la ventaja y la conveniencia de las Redes Juveniles Ignacianas, pero dándonos cuenta que necesitamos, en nuestra Provincia, ser una Red de Redes, animándonos a generar sub-redes regionales o zonales.
Terminamos el encuentro con la eucaristía en la Capilla Domestica de la Residencia de la Compañía de Jesús en Córdoba, recordando que muchos jesuitas, al inicio de la evangelización en estas tierras, soñaron en este mismo lugar, extender la red de la Barca del Reino, yendo a las fronteras y construyendo puentes evangelizadores.
Raúl González SJ
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