El hermano Humberto Massin sj, una historia con lujo de detalles


Una pequeña historia de mi vocación.

El párroco de mi pueblo que era Mons. Marozzi en 1941, yo tenía cumplidos entonces 17 años, dijo que vendría a dar un retiro un padre jesuita a varios grupos. Para los jóvenes sería sábado por la noche, para los que querían confesarse y una pequeña homilía. Yo fui a confesarme y al terminar me dice si quería ser Hermano jesuita y le dije que no. Yo no tenía idea de esos Hermanos, ni de los jesuitas y le dije que no. Me preguntó si venía al retiro y le dije que sí. Entonces me dijo: “Entonces mañana hablamos”. La misa fue luego a las 7 y después retiro hasta las 18 hs. A la tarde me llamó, hablamos y mi negativa seguía. “Bueno, le mandaré un folletito para que vea lo que es un Hermano”. Nos saludamos y cada uno fue por su lado.

Después pasó un mes, dos meses y yo pensé: “se olvidó” y me puse contento, pero al tercero llegó. Empecé a leerlo y por la mitad, no sé si leí mal o estaba mal escrito, entendí: si no te hacés religioso, te condenás. Me dio rabia y pensaba: así todos los otros se condenarán. Lo agarré, lo puse debajo de otros libros y no lo leí más.

Al año siguiente el mismo tipo de retiro, y fui, pero preocupado que vendría con el mismo tema. Terminó el retiro sin decirme nada y quedé contento porque pensaba: “menos mal, ya se olvidó”.

El año siguiente 1943, el párroco dijo: “este año el retiro será para las chicas y los muchachos de tres días y sin ir a la casa.” Fui al segundo día, dijo que los que querían hacer una confesión general, que se anoten y él los iría llamando. Fui y al terminar salió con el mismo tema.

Yo le dije que ya me había hablado y que no me gustaba. Dijo “ah sí, no me acordaba”. Yo ponía a papá que no va a querer para salvarme y quedamos en nada. Me preguntó si tenía algún primo. Le dije que sí, salí y le dije “el padre te quiere hablar”. Fue cuando terminó, nos juntamos para hablar de ese asunto y nos desanimábamos uno al otro. Y él me dijo: “Le voy a decir que no voy a ir” y le dije que lo dijera también por mí porque yo tenía miedo de ir a decírselo.

Dijo Jesús: “yo los elegí a ustedes, no ustedes a mí” (Jn 15, 16). Esa tarde, sábado antes de terminar, empezó la procesión por dentro. Esa noche casi no pude dormir por la lucha. Domingo a misa y seguía, vuelta a casa. Almuerzo con un pequeño acontecimiento porque Camilo llegó de viaje de la luna de miel. Por la tarde ensillar el caballo y a la función de la tarde ya con un poco de ánimo de hablar con el Padre sobre lo que me estaba pasando, y después de la función hablamos del problema: yo siempre en contra y no sabía qué hacer, pero él muy entusiasmado:

  • ¿Le dijiste a tu papá?

  • “No”, le dije.

  • “Dígale”.

  • “Dígale usted”, y así más o menos terminamos.

Saludos y fui a la Cooperativa a jugar al truco con chinchibirra y choricito, y el primo que fue al pueblo con sulqui. Le dije que quedara y yo lo llevaba en anca. Se terminó el truco y salimos con una linda luna. Un primo a caballo y yo llevando en anca al otro; el que está con el caballo a la casa fue la primera, así que quedamos con un caballo y dos pasajeros.

La de él estaba más lejos que la mía, lo llevé hasta cerca y en ese tramo le conté lo que pasaba. El padre viajaba el miércoles. Nos saludamos y le dije: “no sé lo que pasará, así que te saludo hasta cuando Dios quiera”. Esa noche dormí un poco más tranquilo, al levantarnos el lunes papá me dijo que atara los caballos al coche que iría al pueblo; después vino allí y me dijo:

  • Berto ¿qué estás pensado?

Un poco turbado le conté; me dice “¿y qué?”

  • No sé.

  • Bueno, yo voy a hablar con el párroco.

Volvió luego y me dijo:

  • El párroco te espera mañana a las 10.

Fui, hablamos del problema. Me pregunta si tenía novia. Algo hay, le dije, pero no hay compromiso. “Bueno si papá te deja andá porque hasta 10 años no hay compromiso definitivo”. Pero en esa época, si una chica o un muchacho iban para consagrarse y volvían a casa, era un deshonor para la familia. Llegué a casa. Papá me llevó a su pieza para ver cómo iba la cosa. Hablamos pero no sabía qué decir y me dijo:

- Te dejo un rato para que pienses.

Volvió:

-“¿Qué pensaste?” -me dice.

Fue un: “me voy”, con poco entusiasmo.

Luego el almuerzo y al terminar da la noticia y pregunta que qué dicen. Un silencio santo dice “si quiere que vaya”. Unas lágrimas de mamá y Carmen, y a preparar ropa y no había gran qué y al día siguiente ya salía para Santa Fe con el padre, y esa tarde fui a carpir maní.

Al día siguiente papá me llevó al pueblo y de allí el P. Mario nos llevó a Reconquista. Digo “nos llevó” porque iban otros dos, pero con la vocación para sacerdote. Agostini que se ordenó y Bianchi que salió.

  • ¿Por qué jesuita?

  • En esto hay que preguntarle al Señor, ni los conocía y ni qué eran los hermanos, etc.

  • ¿Qué sueños se han visto realizados en tantos años de Compañía? ¿Qué misiones tuvo en la Compañía y qué significaron para su vida? ¿Qué campos apostólicos?

-De aprender los oficios donde me mandaran los superiores, que fueron varios y que doy gracias a Dios y que los realizaba lo mejor posible. Compras, apostólicos estando en Mendoza, un poco de catequesis.

  • ¿Cómo vivió los tiempos de crisis personales? ¿Qué lo ayudó a vivirlos?

-Crisis personales a Dios gracias no fueron muchas, doy gracias a Dios de tener el coraje de hablar con los superiores y el confesor.


  • ¿Qué han significado los compañeros, los amigos y amigas para su vida? ¿Cómo ha experimentado el compañerismo, la amistad?

- En esto doy gracias a Dios, tengo muchos en todos los sitios donde estuve y fue y es una gran ayuda mutua en todo sentido.

  • ¿Qué significa la Compañía de Jesús para la Iglesia actualmente?

- Creo que en estos tiempos la Compañía va por buen camino, que está al servicio de la Iglesia Universal, a los pobres y gran respeto al Papa.

  • ¿Quién es Jesús para ud? ¿Cómo ha experimentado en su vida el Reino que Él anuncia?

- Para mí ha ido creciendo el conocimiento y amor a Jesús, de su entrega para la salvación de la humanidad, que a veces se nos pasa por alto, y pido poder llevar el mensaje del Misterio Pascual con alegría… pero… a veces, al medio día, me pregunto, con esa cara de hoy qué mucho podrás hacer.

  • Mirando hacia atrás ¿Cuál podría decir que es el núcleo de nuestra espiritualidad para usted? ¿Qué significan los EE para ud., cómo los ha vivido a lo largo de los años?

- Mirando hacia atrás y hacia delante, es una, así como se revisa y controla un motor para que siga dando servicio, son los EE anuales y dar gracias y ayuda para adelante, aunque a veces no es fácil.

  • ¿Qué le diría a alguien que quiere ser jesuita?

- Que le pida al Señor conocer su voluntad.

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